Muy profundo dentro de vos y de mi está lo que nos une.
Daría igual si tuvieras otro nombre, otra cara u otro cuerpo, o si quiera si estuviéramos en cualquier otra parte del mundo; va más allá.
Despertaste una parte que dormía de mi, cautelosamente, delicadamente, sin darme tiempo a notarlo, te metiste dentro de mi.... ¿O quizá siempre lo estuviste?
Viéndonos el uno al otro nos descubrimos a nosotros mismos: sos mi reflejo y espejo hoy.
Sabemos absolutamente todo, disimulando no saber nada y presintiendo la mayoría.
La vida nos lo grita una y otra vez y el miedo se hace protagonista de nuevo: viendo como futuro lo presente, preguntándose y sin dar el brazo a torcer.
Porque menos duele hacer fuerza para no perder, a que te toquen el corazón, rindiendote ante algo que apodan amor.
